Colección: La Educación
Número: (123-125) I,III
Año: 1996
1. A. Ford and J.B. Rivera, Los medios masivos
de comunicación en la Argentina, Medios de comunicación y cultura
popular, A. Ford, J.B. Rivera y E. Romano (Buenos Aires: Legasa, 1985).
2. S. Carli, Infancia y sociedad: La mediación
de las asociaciones, centros y sociedades populares de educación, Sociedad
civil y Estado en los orígenes del sistema educativo argentino, comp.
A. Puiggrós (Buenos Aires: Galerna, 1991).
3. En todos los casos estoy haciendo referencia a Constancio
C. Vigil, fundador de la editorial, ya que sus herederos Constancio y Aníbal
se multiplican y aún hoy forman parte del grupo editorial que también tiene
acciones en un canal de televisión.
4. Las relaciones de la Editorial Atlántida (esto es
del grupo Vigil en tanto empresa familiar) con la Iglesia Católica y el poder
político han sido ampliamente denunciadas, particularmente en el caso de la
última dictadura.
5. Beatriz Sarlo, El imperio de los sentimientos
(Buenos Aires: Catálogos, 1985).
6. Digo en alguna medida, porque a pesar
de ser obvio que los niños leían antes de la aparición de Billiken,
nos interesa el hecho de que no existiera ninguna publicación similar. Billiken
se arma sobre este presupuesto: es la primer y única revista dirigida especialmente
a los niños.
7. Nora Mazziotti, Bambalinas: El auge
de una modalidad teatral-periodística, Mundo urbano y cultura popular.
Estudios de historia social argentina, comp. D. Armus (Buenos Aires: Sudamericana,
1990). Además del precio de las novelas semanales y las revistas de teatro,
todas a 20 cts. en esta época, registra el dato del salario por hora de un
obrero no calificado que era de 31 cts.
8. Billiken. Bajo este título acaba de salir
una nueva revista con grabados dedicada a los niños. De excelente presentación...
(Le Courrier de la Plata); Las páginas en negro y en colores,
llenas de dibujos, pasatiempos, narraciones breves, curiosidades e informaciones
gráficas de actualidad, han de hacer el encanto de nuestros niños (La
Fronda): Billiken. Con este título aparecerá mañana un semanario
infantil de gran formato y profusamente ilustrado, que por su hermosa presentación
y la variedad de los materiales que contiene... (El Diario Español);
Unica en su género en Buenos Aires, por su elegante presentación, que
será similar a la de Atlántida... (La Epoca); Hoy apareció
el primer número de esta importante revista, cuya presentación y material
de lectura... (La Razón); Es una publicación ricamente
ilustrada.. (Deutsche La Plata Zeitung). Citados por Billiken
Nº 2.
9. Dan cuenta de esto los prólogos de los libros de
lectura de la época. Es interesante también la reseña de Cuentos de
la selva que publica Atlántida en 1918, donde se critica la presentación
del libro en comparación con los libros infantiles europeos y se toma esto
como indicio de que se trata de un libro para la escuela. J. Torrendell, Cuentos
de la selva, reseña publicada en la sección El libro de la semana,
Atlántida, 28 de noviembre de 1918, citado por comps. Alvarado, Maite
y Guido, Incluso los niños. Apuntes para una estética de la infancia
(Buenos Aires: La Marca, s/f).
10. La Montaña, citado en Billiken,
Nº 2.
11. Algunos prólogos a los libros de lectura de la
época brindan información sobre el estado de esta discusión: Las artísticas
ilustraciones que adornan este libro, a la vez de cultivar el buen gusto en
el niño, le harán más agradable el aprendizaje (Prólogo de M. Valenzuela
y C. Vega Belgrano, Consejeros de Educación al libro de Luisa R. de Husson,
Sé leer, ed. Julio Husson (La Plata: 1917); en R. Ryan, Linterna
mágica (Buenos Aires: Estrada, 1920), se relaciona inclusive esta exigencia
del público infantil con la influencia que ejercen los medios masivos: creo
que con demasiada frecuencia se atribuye a los educandos una capacidad mental
inferior a la verdadera para niños que viven en ciudades modernas, bajo la
influencia del biógrafo, la revista ilustrada y otros muchos factores instructivos,
se publican libros insulsos cuyas páginas apenas insinúan temas que esos niños
ya conocen. Pienso que, por el contrario, un libro puede ser sencillo, accesible
para las inteligencias infantiles, sin recurrir por ello en puerilidades y
afectación.
12. El Monitor de la Educación Común, Año 1902,
citado por Mirta Goldberg en ¿A la escuela de punta en blanco?,
Clarín 1991. Dice Adriana Puiggros en Sujetos, disciplina y curriculum
en los orígenes del sistema educativo argentino (Buenos Aires: Galerna,
1990) 119: Una de las huellas más nítidas de la función represiva que
el modelo médico suma a su función preventiva de la enfermedad, es la confusión
frecuente entre los acontecimientos sanitarios y los comportamientos éticos
y morales. (Cf. pp.115-126).
13. Para un panorama de los antecedentes europeos
de revistas para niños, puede verse La revista ilustrada, La
literatura infantil y juvenil en Europa. Panorama histórico, Denise Escarpit
(México: FCE, 1986) 142-147 (allí menciona como una de las revistas más exitosas
en este campo a LEpatant (1907), del que llegaron a tirarse 450.000
ejemplares) y A. Remesar, Comic y educación. Prolegómenos de un análisis
genealógico, Educación y Comunicación, J.L. Rodríguez Illera
(Paidós, 1988), que realiza un recorrido histórico por las publicaciones infantiles
españolas desde el siglo XIX, poniendo especial énfasis en los periódicos
infantiles con intención didáctica.
14. Boletín semanal de la Editorial Atlántida
3 (1932).
15. J.C. Chamboredon y J.L. Fabiani, Les albums
pour enfants. Le champ de lédition et les définitions sociales de lenfance,
se plantea que el mercado de la literatura infantil es de renovación lenta
respecto del de los adultos y, si bien el éxito está más asegurado con las
obras documentales que, se sabe, representan la parte más importante de la
producción, la duración de la vida del libro es más corta. En el caso de la
ficción, al contrario, los riesgos son más grandes, pero la duración de vida
mayor. En el caso de Billiken, al tratarse de una revista, ese riesgo
desaparece.
16. Ver: M. Soriano, Adaptation et vulgarisation,
Guide de littérature pour la jeunesse (Paris: Flammarion, 1975) 29-38.
17. J. Rivera, El escritor y la industria cultural,
Capítulo 3, Cuadernos de literatura argentina (Bs.As.: CEAL, 1985);
A. Ford, J. Rivera y E. Romano, Medios de comunicación y cultura popular.
op. cit.
18. S. Carli, Infancia y sociedad: La mediación
de las asociaciones, centros y sociedades populares de educación, Sociedad
civil y estado en los orígenes del sistema educativo argentino, comp.
A. Puiggrós (Buenos Aires: Galerna, 1991) 23-24.
19. De todas maneras será necesario volver sobre este
punto, ya que la relación entre la escuela (alumno) y la familia (hijo), es,
en muchos sentidos, la relación entre la escuela y los medios masivos.
20. Cfr. en L. Lowenthal, The Triumph of Mass
Idols, Literature, Popular Culture and Society (New Jersey: Prentice
Hall, 1961). En este trabajo se analizan biografías aparecidas en medios periodísticos
norteamericanos entre 1901-1941. La presencia de microbiografías en la trilogía
U.S.A. (Paralelo 42, 1919, El gran dinero) que John Dos
Passos publica en la década del 30, también nos hablan del mismo fenómeno.
Véase al respecto A. Ford, Literatura, crónica, periodismo, Medios
de comunicación y cultura popular (Buenos Aires: Legasa, 1985).
21. Palabras de Edison, citadas en todas sus biografías.
22. Utilizo hombres de acción como una
aproximación de lo que para Billiken son hombres de estado
(nunca políticos), militares, esto es patriotas, hombres
de mar (ya sea marinos de guerra como en el caso de Duguay-Trouin o
descubridores, visionarios como en el caso de Colón o de Magallanes).
23. Billiken, Nº 14, p.13. El nacimiento de Bolívar
(Nº 41) tiene muchas similitudes con éste.
24. Billiken, Nº 14, p.13.
25. Nº 41.
26. Nº 34.
27. De Juana de Arco, en una biografía donde se pone
más énfasis en lo militar que en la vida de santa (Nº 6), se dice que no
recibió instrucción alguna. [...] Su madre le dio la educación religiosa.
28. Estas palabras se dicen a propósito de ciertas
excentricidades de Beethoven en el Nº 23 de la revista, pero creo que forman
parte del clima general de la sección.
29. Cierto día, armado de un hacha, fue golpeando
con ella todos los árboles que halló a su paso en el jardín de su casa. Entre
ellos estaba un naranjo que el padre de Washington tenía en gran estima, y
cuyo tronco quedó en estado deplorable. Cuando el padre de Jorge vió aquel
desastre preguntó quién había sido el autor de tal destrozo en un árbol que
no hubiera vendido por ningún dinero; pero nadie pudo contestar a su pregunta.
Mas al ver acercarse a Jorge con su hacha en la mano, sospechó que él era
el culpable y le dijo: Hijo mío, ¿sabes quién ha destrozado mi naranjo
predilecto? Dímelo que quiero castigarle con tal severidad que no olvide nunca
el mal que ha hecho. Quedó el niño pensativo un instante, pero no tardó en
contestar: Padre mío, no puedo mentir. He sido yo quien cortó las ramas
con mi hacha. Castígame. Ven a mis brazos, hijo mío exclamó el
padre has cometido una falta haciendo perecer el árbol utilísimo que
yo mismo planté; pero, diciéndome la verdad, me has pagado mil veces. El valor
y la sinceridad en un hijo tienen más mérito que cien árboles, aunque tengan
éstos flores de plata y frutos de oro. Y ahora que esta aventura del naranjo
la recuerdes toda la vida. Billiken, Nº 22.
30. Phillipe Ariès señala que en los siglos XVII y
XVIII se enseña la música con mucha precocidad a los niños, lo cual
explica la frecuencia, en las familias de profesionales, de los niños que
hoy día llamaríamos prodigios, como el niño Mozart. Estos casos se volverán
cada vez menos frecuentes y parecerán a la vez más prodigiosos a medida que
la familiaridad con la música se atenúa o desaparece, El niño y la
vida familiar en el Antiguo Régimen. (Madrid: Taurus, 1987) 94.
31. Nº 13.
32. Nº 29.
33. Nº 10.
34. Nº 23.
35. Nº 19. El subrayado es mío.
36. Un buen ejemplo de esto se halla en un suelto
del Nº 12 llamado El mejor sistema: El sabio inglés
Clarke no reñía nunca con nadie. ¿Cómo se las arregla usted, pues? le
preguntaron. Cuando veo a uno encolerizarse, le dejo que se pelee consigo
mismo y me voy.
37. Nº 18.
38. Véase por ejemplo Nº 12, p.33 donde se dice que
un muchacho ignorante y perezoso no sólo había realizado un gran descubrimiento,
sino que lo había llevado a la práctica.
39. Nº 17, p.17. El subrayado es mío.
40. Nº 19, p.18.
41. Nº 20.
42. E. Planas, Edison. Su vida y sus inventos
(Buenos Aires: Atlántida, 1941) 83.
43. Nos. 38, 39, 40 y 45 respectivamente.
44. Beatriz Sarlo, La imaginación técnica. Sueños
modernos de la cultura argentina (Buenos Aires: Nueva Visión, 1992).
45. Es probable que encontráramos más de uno de estos
enunciados en los textos que Billiken anuncia en su Nº 37: Niño
biógrafo y editor. Mauricio Sol es un niño inteligente y estudioso que escribe
y edita pequeños volúmenes. Así ha formado en Buenos Aires la Biblioteca
Rivadavia ... Lleva publicados seis cuadernos que se titulan: Colón,
Nerón, San Martín, Moreno, Sarmiento
y Rozas. En la reproducción de una de las carátulas se puede leer:
Biblioteca Rivadavia. Los grandes hombres. Tomo IV. Moreno.
46. Nº 25, corresponde al comienzo de la Infancia
de Haendel.
47. Nº 22, Infancia de Washington.
48. E, Planas, Edison 83
49. Nº 34.
50. Nº 16.
51. Nº 15.
52. Nº 21.
53. J. Martin Barbero, De los medios a las mediaciones
(México: Gustavo Gili, 1987). De la comunicación como asunto de medios
a la cultura como espacio de identidades, Procesos de comunicación
y matrices de cultura. Itinerario para salir de la razón dualista (México,
FELAFACS-Gili, 1989) 151-170. Memoria narrativa e industria cultural,
Comunicación y cultura 10 (1981). También A. Ford, Cultura Popular
y (Medios de) Comunicación, Seminario sobre culturas populares, I.N.A.,
1989. J. Martin Barbero, Memoria narrativa e industria cultural,
Comunicación y cultura 10 (1981).
54. P. Sheaffer, Mass Media: La escuela entre
Descartes y McLuhan, La educación en materia de comunicación
(Paris: UNESCO, 1984).
55. La discusión sobre la incorporación de los medios
a la escuela ha girado en torno a dos modelos: la utilización de los mismos
como recurso didáctico o su lectura crítica. Ver UNESCO: AAVV, La educación
en materia de comunicación (París: UNESCO, 1984) y J.L. Rodríguez Illera,
Educación y comunicación (Barcelona: Paidós, 1988).
56. Billiken, Nº 31 y 28 respectivamente, de
la sección Cartas de padres y profesores.
57. ...lo esencial de lo que comunica la Escuela
se adquiere por añadidura, como el sistema de clasificación que el sistema
escolar inculca mediante el orden que inculca los conocimientos o mediante
los presupuestos de su organización (la jerarquía de las disciplinas, sanciones,
etc.) o de su funcionamiento (modo de evaluación, sanciones, etc.) P.
Bourdieu, La distinción (Madrid: Taurus, 1988) 64.
58. Son interesantes los conceptos de colección y
descolección que utiliza García Canclini para referirse a procesos que diferencian
la modernidad de la posmodernidad. Aunque este trabajo se ubica en otro momento
histórico muy distinto, es importante tener en cuenta que la escuela es una
de las instituciones (después de los museos) más fuertemente coleccionadoras.
Cf. N. García Canclini, Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir
de la modernidad (México: Grijalbo, 1990).
59. Billiken en el hogar y en la escuela:
En casa dicen que otra revista más apropiada para los niños no habrá.
En la escuela su revista se ha hecho familiar y es el tema preferido para
los recreos. Nº 71 (21/3/21). Así vemos en los recreos, o antes
de entrar a clase, un animado grupito leyendo o comentando esta instructiva
revista. Además, también lo vemos en casi todos los pupitres de las niñas
en las clases de lectura libre... Nº 72 (28/3/21).
60. E. Verón, El análisis del contrato
de lectura: un nuevo método para los estudios de posicionamiento en
los soportes de los media, Les Médias: Experiences, recherches actuelles,
aplications, (París, IREP, 1985).
61. En el transcurso de la investigación se intentó
también ubicar las fuentes de estos textos, al o a los autores de las biografías
de la revista, pero no fue posible ubicarlos. Nuestra hipótesis es que al
menos algunos de los textos biográficos formaban parte de antologías preexistentes,
de libros de lecturas populares (ver capítulo 4) aunque en muchos casos es
probable que fueran retocadas en la redacción. La sucesión de biografías de
Napoleón, Duguay-Trouin, Beltran Duguesclin y Turena parecen extraidas de
una misma antología por ejemplo. No son habituales las notas firmadas en ninguna
sección de la revista, salvo algunas secciones fijas que están firmadas por
pseudónimos que no pudimos reconstruir algunas escritas en primera
persona que interpelan directamente a los lectores. Hay una biografía que
está firmada por Matilde T. Flairoto, Doctora en Filosofía y Letras: se trata
de la infancia de Mariano Moreno. El sistema es completo ya que en este caso
también se incluye la cita: De la obra Mariano Moreno; Estudio de su
personalidad y de su obra. En el siguiente capítulo veremos que se trata
de indicios claros de la cercanía de este texto a los escolares. Matilde Flairoto
firmó otras biografías de próceres en años subsiguientes y también integró
jurados de concursos realizados por la revista. De esta manera el círculo
de legitimación se completa. Esta es una de las razones que me llevaron a
hablar constantemente de Billiken como sujeto de enunciación, aunque
como señalamos recién es posible distinguir sujetos diferenciados (pedagógico,
de aventuras, etc.) la identidad de Billiken es fuerte y va a llevar
a una de las tantas paradojas halladas en la revista: un texto afirmado en
la variedad, heterogeneidad de materiales, abarcador por definición, pero
con un alto grado de homogeneización en términos identitarios.
62. En el caso de los libros tuve que tomar un período
más amplio que para la revista, ya que una muestra de los editados en 1920
no hubiera sido realmente representativa. Hay que tener en cuenta reediciones,
permanencia de los textos escolares en el mercado y en la escuela, más allá
de su fecha de edición, cambios más lentos que en los medios. Tomé, por lo
tanto, las ediciones o reediciones entre 1915-1925, aunque en algunos casos
también haré referencias a algunos textos cercanos a esas fechas porque tengo
referencias a ediciones comprendidas entre esos años, aunque no las pude hallar.
63. Evangelina Malvigne de Mercado Vera, Días de
Sol. Texto de lectura para primer grado superior de la enseñanza primaria.
(Buenos Aires: Crespillo, 1930).
64. Michel Butor extiende la normatividad respecto
del capital simbólico infantil a la literatura; plantea que a partir del siglo
XVIII se va constituyendo una especie de corpus de literatura para la
juventud, un conjunto de libros que todo niño bien educado debe leer fuera
de la escuela y que cumple una suerte de tercera educación. Michel Butor,
Lecturas de infancia, Verne: Un revolucionario subterráneo,
comp. M. Alvarado y H. Guido (Buenos Aires: Paidós, 1968). Incluso los
niños. Apuntes para una estética de la infancia (Buenos Aires: La Marca,
s/f) 59.
65. N. García Canclini, Culturas híbridas. Estrategias
para entrar y salir de la modernidad (México: Grijalbo, 1989) 280.
66. Catón escolar (Buenos Aires: Cabaut, 1911).
67. Cfr. en A. Ferreyra, El Nene (Buenos Aires:
Estrada, 1907). Se dice en una lectura llamada Los Libros que
El libro siempre es el mismo y más allá de la referencia a la
inmutabilidad, ahistoricidad y esencialidad que acarrea esta afirmación, implica
también la imposibilidad de revisar los libros. En el caso de
las biografías se traduce en la falta de discusión de las fuentes; no se utilizan
sino aquellas que confirman lo que se quiere decir, fundamentalmente Mitre
en nuestro caso. En otro tipo de biografías más extensas, en cambio, uno de
los méritos consiste en la discusión de imágenes consagradas a través de la
introducción de nuevos datos o fuentes.
68. Adriana Puiggrós, comp., Escuela, democracia
y orden (1916-1943) (Buenos Aires: Galerna, 1992) 15-97.
69. De más está decir que este tipo de libros corresponden
siempre a cursos superiores y nunca a primer o segundo grado, donde el acento
está puesto en el desciframiento.
70. J. Jáuregui, Sé Bueno (Buenos Aires: Kapelusz,
1929).
71. V. Malharro, Quiero leer bien.
72. El uso de la cita, inclusive, es la imposición
de una autoridad que tiene sentido sólo para los adultos y que Billiken
usa muy poco.
73. Ver capítulo II.
74. Aunque no la misma chismografía sobre personajes
del espectáculo que se desarrolla dos décadas después del momento que estamos
trabajando. Véase L. Lowenthal, The triumph of mass idols.
75. M. Weber, La ética protestante y el espíritu
del capitalismo (Madrid: Sarpe, 1984).
76. Salvo las excepciones ya señaladas de personajes
no patrióticos.
77. Virginia Massey.
78. Juan Cotta, Ejemplos. Lecturas morales
(Buenos Aires: Cabaut, 1916). El subrayado es mío.
80. Jacinta Pichimahuida era el nombre de una maestra
en una ficción televisiva muy popular de la televisión argentina en los años
60 y 70.
81. En una circular del Consejo Nacional de Educación
de Paraná, del año 1923, se recomienda el uso de la radio en la escuela con
el objeto de controlar un medio que se escapaba de las manos. En la Escuela
Normal Nº 1 se realizaron experiencias de cine para la misma fecha.
82. Es importante la lectura que hace Beatriz Sarlo
de la figura del inventor: la técnica tiñe de optimismo el futuro, pero además,
la novedad
79. Una sección de Billiken de 1919 se llamaba
La escuela de la Srta. Pin. de los saberes técnicos borra las
diferencias; en apariencia no hay capital cultural previo puesto en juego.
Beatriz Sarlo, La imaginación técnica. Sueños modernos de la cultura argentina
(Buenos Aires: Nueva Visión, 1992).
83. B. Sarlo, El imperio de los sentimientos
(Buenos Aires: Catálogos, 1985) 16.
84. B. Sarlo, La imaginación técnica.
85. Algunos de los consultados son: Ejemplos morales
o sea lecturas para niños, Biblioteca de la juventud (Paris: Ch.Bouret,
1898); M. Bloch, Les mères des Grands Hommes (Paris: 1887); C. Gimeno
de Flaquer, Madres de hombres célebres, 4th ed. (Madrid: 1895); L.
Dumas, Les hommes célèbres de la France (Tours: 1883); Anecdotes
historiques et littéraires racontés par... (Paris: 1866); Lectures
instructives et amusantes sur diverses inventions, découvertes, etc. (Tours,
1859); Lecturas para todos (Madrid: 1859); Biographie des hommes
vivants ou histoire par ordre alphabetique de la vie publique de tous les
hommes qui se sont fait remarquer par leurs actions ou leurs écrits (Paris:
1816); Great Men and Famous Women, ed. Charles F. Horne (New York:
Selmar Hess Publisher, 1894).
86. C. Monsivais, El difícil matrimonio entre
Cultura y Medios Masivos, Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación
22 (1987).
87. Esa selección no pudo realizarse obviamente sin
una lucha previa y nunca queda definitivamente consolidada, siempre
está sujeta a cambios. Pero también es claro que en los años veinte había
acuerdo en que algún recorte era pertinente. Hoy ese acuerdo no existe y es
uno de los aspectos de la crisis educativa de percepción más inmediata. No
le queda claro a la sociedad qué es lo que enseña la escuela.